Otro día más que enredamos por aquí. A ver qué sale.
Vayamos a una nueva entrega de los análisis del blog, que parece están teniendo buena acogida reflejada en un incremento de las visitas. No queda otra que contenido propio para ello y esta es una buena manera para conseguirlo, tratando de hacerlo lo mejor posible y si, además, os es útil, mejor que mejor. Allá vamos.
Tal como indicaba en el análisis que hice de la muy buena obra de Seidr, Ginnungagap, en las habituales listas de lo mejor de cada año es posible encontrar pequeñas joyas que darán que hablar tarde o temprano. Una de ellas, y también estadounidense como los anteriores, era la banda Lesbian. Su último trabajo, titulado Forestelevision y lanzado en 2013, fue incluido en una de esas listas y me propuse ver qué había tras ese sexual nombre. Forestelevision resultaba ser un único tema de 44 minutos de duración en el que se desplegaba, según Metal-archives.com, un Progressive Doom/Stoner Metal. Aunque he tenido mis amores pasajeros con el ambiente progresivo, tanto más accesible como Pink Floyd o más duro como Opeth, siempre he considerado que mezclar Progresivo con Doom resultaba imposible. O uno u otro. Inmiscibles. No tanto por el alabado concepto original de todo progresivo, a saber, la búsqueda de nuevos sonidos, de derribar estructuras prefijadas y abrir nuevos caminos, sino por el actual enfoque en el que más se asocia a determinados tipos de sonido fácilmente identificables. Con la primera parte sí deseaba y deseo que algún talento musical coja el bastón de mando y haga el disco definitivo en este sentido. Difícil lo veo, pero la esperanza no la pierdo. Con la segunda, definitivamente aquello no podrá ser Doom sensu stricto. La curiosidad, en todo caso, la tenía al máximo al ver dichos géneros aparentemente combinados, y al hecho de encontrar un único y largo tema, pues soy de la creencia que el auténtico talento de un compositor se muestra en temas de amplio minutaje.
¿Y qué tenemos, pues, con Lesbian y su Forestelevision? Un ejemplo del segundo caso indicado anteriormente. Si uno se dispone a escuchar el álbum, observará que casi el primer cuarto es, nada más y nada menos, que un Funeral Doom opresivo y amenazante, con voces rasgadas e inquietantes, pero nada, nada, de Progresivo. Pero, ay, amigos, de ahí hasta prácticamente el final. Una orgía de recursos musicales, una guitarra a la que se exprime en múltiples modulaciones, una batería muy empleada y auténtico motor invisible del álbum, mientras el bajo sufre más los resultados de la producción, que indicaré más adelante. Con todo ello quiero indicar que si te dispones a consumir Forestelevision con esperanzas de ambientes melancólicos y pasajes tristones, nada hallarás, sino una auténtico viaje cercano a la psicodelia, al aturdimiento sensorial, querer en determinados momentos que alguien te coja y te dé el toque de gracia al que la música va preparando a tu mente (y sin necesidad de drogas). Obviada la parte Funeral Doom inicial, que posteriormente puedes comprobar que incluso sobra, el resto es todo eso, salpicado con una excelente parte acústica al inicio del último tercio del tema. La calma precede a la tormenta y tras esos instrumentos en modo limpio sacude una voz al más puro estilo Heavy Metal de los ochenta, acompañado de unas baterias y guitarras in crescendo, junto a un majestuoso coro masculino que da la puntilla al colofón final. De hecho en la edición en vinilo esta última parte se encuentra alargada y no es para menos. Sin recurrir a los aspavientos ni florituras que dan forma a la parte central del disco, el último tercio es épico, luchador y embriagador. Sinceramente te quedas con ganas de más… ¿de más Doom? Y ahí volvemos a la realidad que la inmiscibilidad de Progresivo y Doom se vuelve a hacer patente.
Capítulo aparte merece la producción del álbum. En este punto debemos atender a la propia clasificación que se hace la banda en su Bandcamp, donde aparecen calificativos como grunge, psicodélico, progresivo, entre otros. Y no debemos obviarlo porque el sonido resultante es una maraña, en la que queda lo suficiente de legible para poder seguir el tema. No sabría indicar cuánto es de premeditado y cuánto de falta de recursos, pero una mayor limpieza no habría venido nada mal a tal despliegue de sonidos en esta experiencia, psicodélica por momentos. El doble pedal, empleado en momentos cumbres, apenas se vislumbra; algunos componentes de la batería suenan en ocasiones demasiado estridentes; y la primacía de la guitarra consigue obnubilar hasta la propia voz, mientras el bajo es el gran perjudicado al paso de todos los sonidos por ese embudo que es todo lo que pretenden transmitirnos.
En resumen, Lesbian nos ofrece un auténtico (y de gran nivel) viaje en una especie de mezcla obligada entre Doom, Progresivo y cierta psicodelia, donde la amplitud de recursos empleados, la ambientación lograda y un final épico, logra, como indican en una de sus revisiones, un largo viaje de ácido en el cerebro. Los próximos lanzamientos podrán certificar esta promesa.
Grupo: Lesbian
Género: Progressive Doom/Stoner Metal
Álbum: Forestelevision
Temas/Duración: 1 canción/44 minutos
1. Forestelevision
Discográfica: Translation Loss Records