Una de las obras del Doom Extremo que he podido últimamente saborear concienzudamente ha sido este tercer trabajo de los alemanes Ahab, lanzado sin embargo en 2012, pero cuyo estudio a estas alturas en esta entrada del blog no creo que importe demasiado a los robots spammers que aún quedaran por aquí. Siempre es agradable, en todo caso, alguna visita humana.
The Giant es uno de esos discos sobre el que, tras conocer el ambiente, o mejor señalado, la idiosincrasia de una banda, hace que su digestión se realice de otra forma. No voy a traer aquí nada desconocido, pero por si fuera el caso: Ahab es el capitán del ballenero Pequod, protagonistas de la novela Moby-Dick del autor estadounidense Herman Melville. Y curioso es su consecuencia en el oyente: una inmersión marinera, de las que hacen notar el viento en los cabellos o las gotas de lluvia y olas durante el interminable zarandeo provocado por el mar. Si bien es cierto que en The Call Of The Wretched Sea o en The Divinity Of Oceans, sus dos primeros álbums, una producción menos esmerada y un sonido final más abrupto facilitaba la tarea, en The Giant la limpieza del sonido junto a nuevos recursos musicales se ha conseguido mantener dicha esencia, mientras simultáneamente los elementos evolutivos que iban apareciendo en dichos discos han ido confirmando su presencia cada vez más evidente.
Alejado de los convencionalismos más recalcitrantes que horadan el Funeral Doom Metal desde dentro y que aún siguen generando toneladas de bandas, Ahab han conseguido marcar una nueva senda en este subgénero, marcando la alternativa al sonido rudo y directo de bandas como Tyranny o Colosseum, o al sonido etéreo de bandas atmosféricas como Shape Of Despair. Lo señalé en otra entrada anterior: Ahab y Kauan pueden no gustar a los clásicos, pero como se ha visto en el Black Metal con Alcest o las nuevas bandas del llamado Cascadian Black Metal, una parte de estas profundidades del Metal pueden (y quizás deben) llegar a una mayor cantidad de oídos, lo cual no conlleva necesariamente una pérdida de calidad compositiva en la música. Como muestra puede traerse este The Giant, y presumiblemente su nuevo disco anunciado para 2015 (probablemente).
Las intenciones se ven claramente desde el primer tema, Further South. El uso de guitarras, batería y voces limpias en la intro desvela uno de los pilares de todo el álbum: sin recurrir a distorsiones permanentes también se generan grandes atmósferas, quizás las mejores, pues permiten a la mente evadirse con mayor facilidad. Un martilleo constante de guitarras y baterías no lo logrará en el mismo sentido, por muy bajo ritmo que lleve. La voz de Daniel Droste es uno de los puntos fuertes, manteniendo su vigor en las partes extremas, mientras es capaz de expresar cierta ternura y compasión en las suaves, además de otros registros según lo requiera cada tema. Por su parte, el empleo de la guitarra principal con solos propios mientras la rítmica le ofrece cobertura consigue que, compuestas con gran calidad, aquella se convierta en un asidero al que asirse nuestro oído, logrando un medio de transporte durante estos pasajes que de otras manera hubieran sido relleno sonoro o abuso de un riff en distorsión inicialmente atrayente.
Con el tema marinero por bandera, que nos hace adivinar aventuras pero también adversidades y peligros, es consecuente lograr encuentros épicos, como bien han ido haciendo Ahab en su discografía. La cita con este punto no podía hacerse de rogar y aparece ya en el segundo tema de The Giant, titulado Aeons Elapse, único del larga duración que nos ocupa no realizado íntegramente por Daniel Droste, contando con la colaboración del guitarrista Chris Hector y el batería Cornelius Althammer. A una desesperación vocal inicial viva y tenaz sucede un elevado ritmo musical que nos acompañará hasta el final del tema, sin desfallecer en ningún momento, con nuevo acto del dúo guitarra solista con solo-guitarra rítmica de fondo.
Tampoco desearía ir desenmarañando cada tema individualmente: corresponde a cada uno de nosotros interpretarlo y darle nuestro toque personal a las notas que vamos digiriendo. Sin embargo, no puedo evitar centrarme en el cuarto corte del álbum, titulado Antarctica the Polymorphess. No quiero repetirme: Ahab es Funeral Doom Metal, pero si escuchas este tema, sabrás de primera mano su popularidad y sus cientos de «likes» cada vez que ponen una chorrada en Facebook. Con una parte fielmente Funeral más bien corta, todo lo demás destila pasión, fuerza, sin abandonar un ritmo lento… pero con voz limpia, partes acústicas, duetos de voz, crescendos embaucadores. Un tema excelente, visión unánime entre la crítica revisada, de los que hay que pararse a disfrutar y compartir con los colegas, el futuro del Doom Extremo (trvs aparte).
Como decíamos, cada vez Ahab han ido introduciendo más partes ambientales y acústicas de gran calidad. Llevan tres discos, pero su sello propio ya lo han definido. En su primer álbum, eran un grupo más de Funeral Doom con un buen debut, ahora van a los principales festivales veraniegos de Europa. Su nuevo trabajo es esperado, salvando las distancias, a la manera de Opeth: por aficionados que ni siquiera saben que oyen Metal Extremo. Una amplitud de miras de los alemanes que les dará grandes réditos, y asegura la renovación de todo un género, aunque quizás con Napalm Records detrás todo sea mucho más fácil.
Grupo: Ahab
Género: Funeral Doom Metal
Álbum: The Giant
Año: 2012
Temas/Duración: 6 canciones/61 minutos
1. Further South
2. Aeons Elapse
3. Deliverance (Shouting at the Dead)
4. Antarctica the Polymorphess
5. Fathoms Deep Below
6. The Giant
7. Time’s Like Molten Lead (sólo en edición Digipack limitada y vinilo)
8. Evening Star (sólo en edición vinilo).
Discográfica: Napalm Records
Web: Oficial , Ficha en Metal-Archives